CONCIERTO BRAÑA:
Bueno, ante la escasez de comentarios sobre el tema en cuestión, me mojo un poco al respecto del ‘concert’ que se metieron estos chavales -entre pecho y espalda- el pasado viernes en LA TRIBU.
Antes de nada, aclarar que no me considero gran entendido en la música folk/tradicional (aunque sí presumo de gran escuchador…), y a la que respeto totalmente y valoro en mi particular escala. Estimo igualmente a quienes decidan fidelizarse con la tradición, como a los que (como BRAÑA) deciden extender sus miras con arreglos -digamos- más contemporáneos. Otra cosa es que, personalmente, prefiera la segunda opción, y en tal sentido plasmo mi comentario.
Bien. Estuvieron muy bien. Hay que decir las cosas como son. Una actuación muy notable. Y claro, llevado por la ‘deformación profesional’ de mi instrumento, decir que me falta ritmo. ¿Qué queréis que os diga…?. Me pasa como con GÄNN DUÚL, otra propuesta musical muy atractiva. Muy bien, pero falta ritmo.
Y bajo. Sea contrabajo, bajo eléctrico, bajo-pedal o lo que queráis (en este caso GÄNN DUÚL adelantó un puesto, je, je…). Cobraría todo otra dimensión, de eso estoy seguro. Es fundamental que el grupo ‘pose’, y la base que establecen bajo/ritmo (sea bataca o percusiones de enjundia, no menores…) fortalece el tema, hace empastar más todo, la gente toca más cómodamente, todo fluye más y mejor. Hay banda suficiente para eso y para más.
Y siendo prácticos (que hablar se habla mucho…), no tengo problema alguno en ‘analizar’ detalladamente lo comentado al respecto (permitidme esa licencia), aunque siempre con la parte interesada y/o interesante. Como tampoco pretendo cambiar el paso de la ’Compañía’ -¡estaría bueno…!-, pero cada cual tenemos nuestras propias ideas y motivos para hacer las cosas con una pretensión y disposición en positivo, siempre en positivo.
¡Ojo, es mi opinión personal del tema!. No empecemos con historias ni rayadas mentales, que no es el caso. Creo en la crítica formal, constructiva, razonada y razonable. De hecho, y lo comenté con un amiguete sobre el terreno, evito a propósito ver al grupo para centrar más la escucha. Cosa que recomiendo practicar a más de uno. Distrae mucho estar mirando constantemente a los intérpretes de turno, y no prestamos atención 100% al resultado final, que es la canción en su conjunto. Cada tema es un mundo, y con ese propósito se hacen y tocan las piezas. Cada tema tiene sus matices, sus dinámicas, etc., que los músicos han de saber interpretar y transmitir, y que el público ha de saber captar, recoger, reconocer implícitamente. Surge entonces la empatía perfecta del espectáculo, no el estar por estar, el estar porque Fulanito/a tal, el estar porque Menganito/a cual; cosa -por cierto- bastante habitual por estos lares . Se trata de algo más. Apreciar las cosas, valorar el trabajo ímprobo del músico, sentir, vibrar, conectar…
En fin, que vuelvo a ‘filosofar’ de mala manera y alguno/a puede malinterpretarme, y por ende juzgarme erróneamente, no siendo tal mi intención. Solo intento decir (y con ello concluyo) que tenemos buenos y grandes músicos en Cantabria, muy buena gente, con grandes talentos a diestro y siniestro. Una pena la escasa proyección que tenemos al exterior, pero no quiero entrar en quién tenga o no la culpa. Me conforme, de momento, con que apreciemos y consideremos en su justa medida lo que tenemos, que lo defendamos a ultranza, que seamos portavoces de nuestra gente, que presumamos de nosotros mismos. Y si no, tendremos lo que nos merecemos…
¡Aúpa BRAÑA, y a por todas…!
CONCIERTO BRAÑA:
Bueno, ante la escasez de comentarios sobre el tema en cuestión, me mojo un poco al respecto del ‘concert’ que se metieron estos chavales -entre pecho y espalda- el pasado viernes en LA TRIBU.
Antes de nada, aclarar que no me considero gran entendido en la música folk/tradicional (aunque sí presumo de gran escuchador…), y a la que respeto totalmente y valoro en mi particular escala. Estimo igualmente a quienes decidan fidelizarse con la tradición, como a los que (como BRAÑA) deciden extender sus miras con arreglos -digamos- más contemporáneos. Otra cosa es que, personalmente, prefiera la segunda opción, y en tal sentido plasmo mi comentario.
Bien. Estuvieron muy bien. Hay que decir las cosas como son. Una actuación muy notable. Y claro, llevado por la ‘deformación profesional’ de mi instrumento, decir que me falta ritmo. ¿Qué queréis que os diga…?. Me pasa como con GÄNN DUÚL, otra propuesta musical muy atractiva. Muy bien, pero falta ritmo.
Y bajo. Sea contrabajo, bajo eléctrico, bajo-pedal o lo que queráis (en este caso GÄNN DUÚL adelantó un puesto, je, je…). Cobraría todo otra dimensión, de eso estoy seguro. Es fundamental que el grupo ‘pose’, y la base que establecen bajo/ritmo (sea bataca o percusiones de enjundia, no menores…) fortalece el tema, hace empastar más todo, la gente toca más cómodamente, todo fluye más y mejor. Hay banda suficiente para eso y para más.
Y siendo prácticos (que hablar se habla mucho…), no tengo problema alguno en ‘analizar’ detalladamente lo comentado al respecto (permitidme esa licencia), aunque siempre con la parte interesada y/o interesante. Como tampoco pretendo cambiar el paso de la ’Compañía’ -¡estaría bueno…!-, pero cada cual tenemos nuestras propias ideas y motivos para hacer las cosas con una pretensión y disposición en positivo, siempre en positivo.
¡Ojo, es mi opinión personal del tema!. No empecemos con historias ni rayadas mentales, que no es el caso. Creo en la crítica formal, constructiva, razonada y razonable. De hecho, y lo comenté con un amiguete sobre el terreno, evito a propósito ver al grupo para centrar más la escucha. Cosa que recomiendo practicar a más de uno. Distrae mucho estar mirando constantemente a los intérpretes de turno, y no prestamos atención 100% al resultado final, que es la canción en su conjunto. Cada tema es un mundo, y con ese propósito se hacen y tocan las piezas. Cada tema tiene sus matices, sus dinámicas, etc., que los músicos han de saber interpretar y transmitir, y que el público ha de saber captar, recoger, reconocer implícitamente. Surge entonces la empatía perfecta del espectáculo, no el estar por estar, el estar porque Fulanito/a tal, el estar porque Menganito/a cual; cosa -por cierto- bastante habitual por estos lares . Se trata de algo más. Apreciar las cosas, valorar el trabajo ímprobo del músico, sentir, vibrar, conectar…
En fin, que vuelvo a ‘filosofar’ de mala manera y alguno/a puede malinterpretarme, y por ende juzgarme erróneamente, no siendo tal mi intención. Solo intento decir (y con ello concluyo) que tenemos buenos y grandes músicos en Cantabria, muy buena gente, con grandes talentos a diestro y siniestro. Una pena la escasa proyección que tenemos al exterior, pero no quiero entrar en quién tenga o no la culpa. Me conforme, de momento, con que apreciemos y consideremos en su justa medida lo que tenemos, que lo defendamos a ultranza, que seamos portavoces de nuestra gente, que presumamos de nosotros mismos. Y si no, tendremos lo que nos merecemos…
¡Aúpa BRAÑA, y a por todas…!